jueves, 24 de marzo de 2016

Y mis mimos qué.
Llevo tejiendo telarañas de sentimientos ajenos en mi presente
casi una década
con siete ataques a traición
y un corazón y medio.
Se me agotan las palabras
al igual que mi ser,
me consumo en los demás
para luego ofrecer
más
y más
y más
hasta que me revienta el alma
y mis añicos siguen gritando más
y más
y más
para vosotros,
todo para vosotros,
yo no lo quiero,
yo no me quiero,
estrellad vosotros mis lágrimas,
ignorad mi desesperación
por favor
mirad qué bien finjo
mirad qué sonrisa de vidrio
qué bien hago equilibrios
entre la vida y la muerte
¿Cómo estáis hoy?
Miradme qué entera
miradme qué ojeras
miradme qué muerta.
Pero miradme,
miradme que aquí os espera
un alma que desde el fondo de la desgracia sólo quiere
que nadie
nadie
tenga que tragarse el dolor
y hacer de tripas corazón
para fingir ser una perdona que no eran
que nunca fueron
y que nunca serán.
Miradme que aquí os espera
un refugio de almas en llamas
con el tejado torcido
las paredes carcomidas
y la vida pendiendo de un hilo.
Miradme destrozada,
miradme acabada,
creedme radiante
y recordadme entregada.

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