jueves, 14 de julio de 2016

Las casualidades no existen
y el destino no está escrito.
No lo está,
nunca lo es,
yo decido,
mi vida es mía y yo elijo con quién
las casualidades no existén
y este es el segundo traspiés
creyendo que me despido de ti
cuando en realidad andamos en círculos
porque tú y yo nunca vamos a morir. 
Puedo construir mil proyectos
jugar a evitarte y a esconderte
que siempre volverás a aparecer en mi camino. 
No creo en el destino
y te he llorado lo que no está escrito.
No elegimos dónde andamos
pero yo siempre ando contigo.
Estoy aquí en el borde del abismo
para decirte que yo sí que me atrevo.
Otra vez más.
Que aunque a zancadillas, esto es duradero.
Que aquí no mandamos ni tú ni yo.
Aquí alguien más fuerte nos ha unido
en la vida y la muerte
la salud y la enfermedad
aquí estamos nosotros dos
y sólo nosotros vamos a estar.
Mírame a los ojos y deja de ignorar 
la única verdad no escrita
que el destino nos quiere regalar.
Mírame a los ojos y déjate llevar.
Esto es amor, y cuando lo pruebes lo sabrás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario