Y de la huida y de la vanidad
de que no me quieres y que ya está
que no me quieres y no está mal
que no me quieres
y la vida llegará.
Y de la huida y la hermandad,
los jueves al sol y mascar la soledad.
Del sueño de mi vida en la otra mitad.
De no querer sufrir y querer
y sufrir y llorar
y el corazón retorcido
y ponerse a olvidar.
De correr y correr en círculos y esperar.
De seguir buscando motivos
en tu presencia fantasmal.
No creerme nada de lo que escribo
y volver a aprender a vomitar.
Mirarte al espejo y ponerme a gritar.
Mi cabeza servida en un cuenco de cristal.
Tu cabeza perdida y yo sin volverte a encontrar.
Ya no tengo ganas
y todo sigue igual.
Y porque ojalá la huida,
ojalá tu suavidad.
sábado, 3 de junio de 2017
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