domingo, 12 de enero de 2014

Estoy tan sola que tengo eco.
Todas las noches me entran náuseas;
No sé si soy yo intentando vomitarte,
O vomitarme.
Tengo una parte tan oscura que hasta la luz la esquiva.
Es todo líquido, ceniza, antiguo.
A veces golpea las paredes tan fuerte que me duele cada puñetazo.
Intenta escapar pero solo existe dentro de mi...
Lo de fuera no lo va a cambiar.
Los surcos de las lágrimas escuecen,
Son como cortes silenciosos
Limpios.
Es irónico que sean tan limpias cuando solo sacan tus demonios.
Siempre estamos tristes.
Aunque nos engañemos
Y nos coloquemos cada mañana una sonrisa
Para el público
Y la ponemos tanto que a veces casi, casi llegamos a creérnosla
Pero pobre de ella
Cuando ve cada noche cómo las estrellas
Sacan cada puñalada,
Cada herida de bala.
Todo en silencio, nunca se oye nada.
Existen cosas tan horribles de contar
Que prefieres escribirlas
Porque así al menos las puedes disfrazar
Y así se queda el silencio
Cada uno con su historia que contar.

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