que vayan a rebosar el Sena.
Tullerías seguirá escupiendo
pasado a las pisadas
de quien se atreva a considerarse
su dueño.
Trocadero seguirá observándonos
como peces en una pecera.
Eiffel seguirá pisando firme
y coronando todos los tejados.
Por mucho que nos asustemos,
los Campos Elíseos
se seguirán cerrando al paso
del mal
y se abrirán tras su derrota.
Y nos cubrirán con su abrazo.
No importa lo que se destroce.
Moulin Rouge seguirá brillando.
Charles de Gaulle te seguirá gritando.
París,
no me sangres más.
Llevas tres balazos en el pecho.
No te dejes rematar.
No eres de nadie.
Sabes demasiado de ruinas
y ni el miedo te puede callar.
Repite tu historia.
Decide ganar.
Respira hondo y déjate respirar.
Pese lo que pase.
La rabia no te va a destrozar.
No importan las toneladas de lágrimas
que te queden por soportar.
No importa el egoísmo
que te hagan tragar.
No vas a sucumbir.
Y mañana amanecerás.
No te dejes llevar
y déjate vivir.
Puede acabarse el mundo,
que jamás terminará París.
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