Cállate,
déjame gritar.
No puedo menos.
Siempre me empujas
hasta el borde de la calamidad.
Me voy a caer de tanto andar de puntillas
por la orilla de mi tempestad.
Me estoy ahogando
en tu vaso de agua.
Y nadie me va a rescatar.
Ni siquiera te dignas a volver a existir.
Me has esfumado.
Y respirado en un sinvivir.
Apuntad en mis esquinas
los días que lleváis sin llorar.
Sois todos de mentira.
Me descoséis los dedos de mi coraza.
Arrancadme las historias
de la punta de mi calma.
Respira hondo,
que me ahogas.
Estoy a punto de morirme de rabia.
Sálvate que puedes.
Olvídame el martes
y maquíllate las sombras
pero déjame tus jueves
y condéname las horas.
Se marchitan mis sueños de vidrio
desde que me devoraste y
cortaste
no
fui yo
lo siento
no es culpa tuya
yo me devoro a veces
me termino de estrellar sola
y me grito sin suerte.
Quien inventó el mundo de los artistas
añadió por detrás la palabra mentira.
Hola, buenos días,
¿qué te parece hoy mi sonrisa?
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