miércoles, 2 de agosto de 2017

El aguijonazo entre mis costillas
respira despacio
y se cura sin prisa
el aguijonazo entre tus sonrisas
y el espacio.
Entre mis manos y tu abrazo.
La picadura a tiempo
las rasgaduras sintiéndolo
mucho
siete meses en un espejo
y cuatro de invierno.
Mi corazón esculpido en yeso.
El amor destripado en verso.
Y todo entregado.
Mientras tanto: respiro,
esmeralda y me explico.
El aguijonazo entre mis costillas cerrado
y yo
recuperando el aliento
muerto el perro
y la rabia que nunca tengo.
La pesadilla de los mil peldaños terminados.
Y desde arriba
me vais a oír
gritando.

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