Las manitas de mármol sangrantes
y el fruto de sus frutos,
el trabajo, el arte,
morirse del susto
y resucitar al besarte.
El mentón de las lamentaciones
y los ojos, los ojos delatores.
Las hojitas de colores.
La bandera de los horrores.
El retiro de los dioses,
los cinco minutos,
el sueño de mil noches,
mis veinte años en un cucurucho,
y sigue, que yo te escucho.
Qué frío al verte
y dos cafés con leche.
Las costillas me hacen daño
desde que no pueden envolverte.
Exijo normalidad inerte,
mi suerte,
y si supiera todo lo que quieres,
y si sé todo lo que eres
con la dignidad de los muertos vivientes
te regalo los retazos que me queden,
los recortes de recuerdos,
por los siglos de los siglos
y todo lo que me quede.
martes, 18 de julio de 2017
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