lunes, 11 de septiembre de 2017

Y ya se acabó
la espina en la garganta y el hormigón intravenoso,
el perdón, el embrollo,
la estática esperanza y el hedor,
la melancolía, mi señor,
el sueño, la pesadilla, los fantasmas
la zancadilla
el traspiés descolocado
los dardos envenenados mis palabras
el desgarro.
Se acabó
el sonido gutural los pelos de punta
y todo lo macabro
que puedas imaginar.
Se acabó y yo difunta
regalando flores ya sin miedo,
ya pregunta,
ya no lo quiero,
ya no necesito insulsa ya no
ya no me muero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario