lunes, 6 de abril de 2015

Como amigos a medio camino, 
pareja sin más besos
a los que dar sentido,
familias sin vecinos,
sexo sin vicio.

La cara del vacío
que se ríe con desprecio.

Llevamos estando locos
mucho tiempo.
Y no hay prisa por dejar
de sernos.

Firmáis muertes sin veros.

Construimos nuestra casa
con seis ventanas
una vista
media cama 
pero se nos olvidaron los espejos.

Y antes de darnos cuenta, ni nos conocemos.

Firmo muertes a falta de versos.
Y los que salen, 
tienen prisa por dejar de serlo.

Reconstruimos nuestra casa sólo
con espejos
y nos caímos
hacia atrás
inundados de nuestros complejos.

Allí, a lo lejos,
todavía se puede ver el color del sol
en el instante en que nuestros mundos
colisionaron
y se convirtieron en la cárcel
en que nos conocimos.

Buenas noches de amigos al término del camino.
Llévate los papeles quemados,
la mitad de los cajones,
mis agujeros excavados
y el acuso de recibo.
Huye y ahógate de amor
hasta morirte de mí.
Lo demás ya se ha consumido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario