miércoles, 1 de abril de 2015

Hoy quiero dejar de ser
la chica de los sentimientos
contenidos,
la del octavo derecho,
la que ha probado todas las locuras
con la punta de los labios
y ha vivido su tristeza
a medio camino,
donde se acaban los abrazos.

Se han escapado las toneladas
de excusas para mantenerse
tumbada boca abajo ignorando
la vida pasar.
Absorbida por su propio pasado.
Reconcomida por su corazón
cóncavo
de los pisotones que ha soportado.
No puede con tanto peso 
de sí misma,
lleva demasiados errores 
echados a la espalda,
ya sólo sabe forzar sonrisas.
¿se consume para esto?

Nadie le avisó de que la vida
se vive de muerte en muerte
y entre medias con heridas.

Hoy la chica se ha pegado un
portazo
en toda la cara;
se ha puesto la zancadilla
y ha andado de espaldas.
Se ha asomado al borde se su acantilado
y se ha visto reflejada
en el duro color del alquitrán para asfalto.
Hoy la chica nos está esperando.
¿Qué nos pasa a todos,
por qué no saltamos 
con ella?

Hoy la chica sigue viva,
y vosotros no paráis de marchitaros.

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