tiene las dos piernas cortas
y la mirada ansiosa
de quien obtiene lo que desea
del que ve al humano como medio
del que chupa la sangre al de al lado
y echa la culpa a su infierno,
del que te amenaza con todos tus miedos
y luego te grita te quiero tan alto
que te lo crees
y respiras pensando
que no, que a lo mejor no es tan malo
que sólo se enfada a veces
que exagera, pero porque somos humanos,
que me quiere, que me quiere,
que todos los demás están equivocados,
que me quiere, que me quiere,
y por eso me hace tanto daño.
Porque me quiere,
me posee,
me convierte
en un accesorio de su persona
en un brazo
en la sombra de su sombra
porque no me quiere
porque solo soy una grandísima tonta
encerrada en las fauces
de la magia de una manipuladora.
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