Yo mucho muchísimo,
sin dudar y a ratos;
quererse a uno mismo
y empujar a los diablos.
Reventar en palabras
y escupir puñetazos.
Que nadie grite,
que siempre estoy al lado.
Cuando uno se muere
es sólo porque lo han matado.
Yo decido y aún no me he ahogado.
Yo hoy vomito los hilos
de un amor de hermanos
tan mal cosido
que son dos extraños.
Yo hoy destrozo los pisos
construidos a base de andamios
de esconder las peores plazas
en el fondo del armario
de torear las emociones
y mentirnos como desalmados.
Yo hoy decido,
hoy esperpento
y hoy escribo
que por mí y por todos nuestros muertos
tú a lo tuyo y yo a lo mejor
a ser feliz
y que le jodan al resto.
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