lunes, 29 de septiembre de 2014

Cuando la oscuridad
llame a tu puerta
acuérdate siempre
de lo que te hizo luchar
en cada una de tus guerras.
Recuerda el color de tus ojos,
recuerda el olor de tu risa, 
recuerda los gestos
de todas las personas
a las que has entregado
tu vida.
Cuando quieras acabar,
termina
con
el dolor de unas paredes
sin cuadros
de unos botones
sin camisas
y de unas pisadas
sin zapatos.
Estás vivo,
y me tienes a tu lado.
Cuando decidas
que ya nada vale la pena
sonríe un poco
que ya no tienes nada
que perder
escuece un rato
derrama lágrimas si lo necesitas
y pide un abrazo.
Cuando decidas
que ha llegado la hora
de que el dolor termine 
su pacto,
punto y final,
espacio en blanco,
lánzate por el otro lado,
date la vuelta,
mira 
cada una
de las nubes
del cielo
mima
cada uno
de los momentos
de decir "te quiero".
Cuando quieras desaparecer,
olvídate de esa idea,
y espera a tu amanecer.

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