viernes, 17 de octubre de 2014

De tanto escucharos
os creí
y os entendí
y me miré
buscando unos ojos
que no fueran los míos
bajo ninguna circunstancia
me miré con ganas de vomitarme
de dejar de ser
yo
o lo que sea
que estuviese
caminando
por la tierra
con mi nombre. 
Os escuché y os di
la razón.
Era odiosa, 
y me merecía
un espaldarazo del mundo
un cabezazo en el pecho
y cuatro insultos al día
media hora sola en el baño
y silencio ofensivo
revoloteando por mi izquierda.
Sentí que lo merecía.
Y por eso hoy os agradezco 
que me haya considerado
el fin del mundo,
la niña sin alma,
la última de la fila, 
la tercera persona
y el nombre de la vergüenza.
Nunca os olvidaré
aunque olvidéis quién creíais
que era.
Soy yo, pero con tanto miedo
que lo he perdido.
Me queda tanto dolor
que ya casi lo he vivido.
Tantos ojos huecos
han coloreado mi piel
de color optimismo 
y presente.
Dicen que la libertad sabe
a sangre seca,
y eso es lo único que me queda.
Gracias por hacerme libre,
gracias por hacer que me odie
hasta llegar al extremo
de sólo poder
quererme.

domingo, 12 de octubre de 2014

oh my love,
for the first time in my life
my eyes are wide open

Ni Lennon va a sacarte de mi cabeza. Ni la cascada que sale de mi pecho sin ninguna dirección, la que te busca y no estás. Mi cabeza sigue señalando que son las tres de la tarde en un día lluvioso de Madrid. Pero hasta ella se da cuenta de que todo es mentira, todo es una ilusión, un escenario bien dibujado, todo menos tú. Repaso con mi memoria cada una de tus esquinas y cada uno de mis momentos de debilidad. Repaso e imagino y espero y te espero aquí acurrucada. Las montañas de ceniza que estaban empezando a crecer en la suela de mis zapatos se empiezan a esfumar. Mi vacío se hace pequeño con la más mínima esperanza de que tú, tu barbilla y tu abrazo vuelvan a posarse sobre mí. 

Y yo te espero. Y Lennon canta. 

jueves, 9 de octubre de 2014

Tu mirada sigue
encajonada
en el fondo de mis 
cortinas.
Te quiero.
Te necesito.
Es tan tarde
que nos van a dar
las muerte y cuarto.
Te quiero de vuelta
y te quiero a mi lado
de broma
o en serio
o llorando
o sonriendo
o gritándonos
silencio
por miedo a 
perdernos.
Te quiero conmigo
y te quiero más tuyo
que nunca,
te quiero sin mundo
y te quiero sin mí.
Tienes cansada 
mi memoria,
mis noches en vela,
mis días tachados
y tu jersey
está lleno de agujeros.
Es hora de que vuelvas.
Te espero en el fondo
de tu lejanía azul cielo.
Una vez más (por favor),
te quiero.

lunes, 6 de octubre de 2014

Ya no recuerdo
la penúltima vez 
que te eché de menos.
Está todo borroso
y clarificado
por el color de tu pelo,
el sabor de tu mirada
y las mentiras 
de tu sonrisa.
Tantas noches he gritado
tu nombre
sin voz del dolor
de tus abrazos
y tantos años
o días
horas
meses
de irracionalidad
estás tumbando a golpe de
ti.
Llegas como la ola de oscuridad
que me obliga a hacerme 
la viva
cada vez que me revientan
las pupilas
de lágrimas
rajando mis mejillas.
Y después de todo esto,
que no se te ocurra
dudar
que como te atrevas 
siquiera a dirigirme la palabra
me derretiré
como
la 
tinta...
Y firmaré mi 
decimoquinta
sentencia de muerte,
la primera que cumpla
su cometido,
me arranque del 
mundo de los vivos
y me haga mártir
silenciosa
de la poesía 
de tu espalda.