martes, 18 de julio de 2017

Las manitas de mármol sangrantes
y el fruto de sus frutos,
el trabajo, el arte,
morirse del susto
y resucitar al besarte.
El mentón de las lamentaciones
y los ojos, los ojos delatores.
Las hojitas de colores.
La bandera de los horrores.
El retiro de los dioses,
los cinco minutos,
el sueño de mil noches,
mis veinte años en un cucurucho,
y sigue, que yo te escucho.
Qué frío al verte
y dos cafés con leche.
Las costillas me hacen daño
desde que no pueden envolverte.
Exijo normalidad inerte,
mi suerte,
y si supiera todo lo que quieres,
y si sé todo lo que eres
con la dignidad de los muertos vivientes
te regalo los retazos que me queden,
los recortes de recuerdos,
por los siglos de los siglos
y todo lo que me quede.






miércoles, 12 de julio de 2017

Mujer contra
tus ganas
y a mí qué me cuentas,
y a ti qué te pasa
yo nada y telarañas.
Uno dos y tres
meses como losas
con la piel del revés
y en mis manos tus esposas.
Y en tus manos mi memoria.
Déjame explicarte con la mirada clavada
que todo esto me ha nacido de las entrañas.
Que dejaré de quererte,
y que no pasa nada.
Y amor mío, que todo se acaba.
Que para saber quererte
no tengo que acabar destrozada.
Que has movido montañas.
Y que por esto, por el dolor, por las canas:
gracias.

Quiero que sepas que
no soñé nada,
que fue carne y hueso y vida y destrozada.
Que sepas que todavía te paseas
por mis entrañas.
Que todavía tanto y yo sujeto
la pared y la espada.
Que te echo de menos con cada celulita
de mis manos despellejadas.
Que mi voz ya no suena como contigo
y que las rodillas me temblaban.
Que repaso cada cruce de miradas,
cada redoble de corazón,
cada una de tus carcajadas.
Cada error, cada alegría contenida,
cada presente y cada expectativa,
cada una de tus sonrisas torcidas.
Quiero que sepas que todo todavía
y que el tiempo me dirá
que eres feliz lucecita mía
y que lo demás me da igual.
Quiero que sepas que ya sabías todo
y que al final nada.
Quiero que sepas que tenía razón.
Que tú también me querías.
Y por miedo, amorcito,
por miedo no viviste la vida.

domingo, 9 de julio de 2017

El clavo de mi clavo
sonriendo a regañadientes
con la cabeza torcida me dice
que espere, que espere.
Y espero despacio.
Quiero quererte desde mi propio santuario.
El clavo de mi clavo
el culmen de mis abrazos
eres 
el sueño de la noche de todos mis veranos
y espera, si es lo que quieres.
El clavo de mis clavos de mi corazoncito destrozado
otro golpe y otro desgarro
y espera cien vidas
por las cien mil que no tienes.
Espera, corazón de mármol.
Que en esta no, pero sí en las que vienen.