Cuántas mentiras se habrán jurado

con esa boca de santísima hija de puta

cuántas veces habremos dicho que la vida pesa,

y que el doble si eres de mi lado,

cuántas veces habremos regodeado pasado

hasta convertirlo y materializarlo

en nubes de imaginación

que no se sostienen por muchos andamios

y puentes

y dolores ausentes

que construyamos. 

¿Cuántas veces has llorado?

Hace cinco minutos que no me has contestado

no tienes derecho a nada

quítate esa foto

bórrame de contactos

todos tus amigos son de plástico

sólo yo existo y sólo yo te quiero,

¿no ves la de insultos que te escupo,

no ves la de veces que te encierro,

no ves cómo te torturo?

Al final siempre eres como los demás

parecías diferente pero mira todo lo que haces mal

te miento, te miento, te miento

hasta que no puedas más 

y entonces

te quiero, te quiero, te quiero

sabemos perfectamente que nada de esto es verdad

que sólo hay mierda tóxica

que tu corazón es de metal.

Hoy he aparecido colgada en la mitad exacta

de la habitación del pánico,

hoy ya estaba vieja

y hoy ya otra vez sin tenerte a mi lado,

hoy estas paredes que se comían a los extraños

y me gritaban por todas partes 

que no valgo nada, que no valgo nada

se están cayendo a trozos y ya me han dejado descolgada.

De tanto liberar lastre

me he encontrado aplastada

de dolores antiguos,

achaques de errores

y heridas de amigos,

de tanto liberar lastre donde había dolor ahora sólo hay un vacío

que se está colmando de serenidad,

de respirar

y de saber priorizar.

Ahora estoy ligera 

y la habitación del pánico se ha quedado pequeña,

ahora soy mayor de nuevo,

ahora estoy entera

con la seguridad absoluta de que mi paz será duradera,

y de que cualquier paz será mejor que cualquier guerra.