sábado, 20 de diciembre de 2014

Verme desde fuera
me está carcomiendo
la mitad del alma 
que no os molestásteis
en quemar.
Y huele a ceniza demasiado.
Y pasado,
me voy a acabar.
Quién quiso ponerse
17 pistolas apuntando al pecho
y regalar balas de repuesto
por si queda alguna viga
en pie. 
Quién quiso morirse
y nunca preguntó su porqué.
Nos falta amor.
Y por cada latido en vano
se apaga un corazón.
Ya os vomité hace tiempo, 
no sé qué hacéis
en mis sótanos de nuevo,
mis agujeros de en medio
y mis infiernos de hielo.
Imagínate un páramo
de papeles descubiertos.
Todos con su final escrito
y cerrados
de podridos.
Imagínate una poesía de hojalata,
escritura automática,
"buenos días y buenas mañanas",
imagina tragarme mi yo
dramática.
Imagina no ponerte el dedo
en la llaga, 
imagina cicatrizar sin que quede
ni una sola hierba mala.
Imagina cruzarnos
y no sorprendernos midiendo
los pasos
para que siempre sean paralelos.
Imagíname riendo.
Pierdo los papeles
y se me olvidan los versos.
Me estoy haciendo algo mayor
para todo esto.
Mírame desde fuera.
Olvida que te estoy escribiendo.