sábado, 30 de diciembre de 2017

Tengo la devoción por la tristeza
corriéndome por las venas
y el miedo al rechazo
y al pasado
y al pinchazo.
Y la penitencia rodeada de asperezas
cicatrizada en balde
recordando que todo lo que eras antes
lo eres
y puedes recorrer medio mundo y volver a darte de bruces
con tus fantasmas
escondidos de puntillas bajo el telón
de toda la nueva vida
que has montado con las manos llenas de astillas.
Me estáis aburriendo.
Con el tiempo circular y este dolor de costillas.
Y todas vuestras putas zancadillas.
Me estáis enfadando.
Y os creéis que podéis pisotear
escupir revolotear odiar
sin ningún tipo de consecuencia os creéis
que no tengo un agujero de obús en el pecho
que me pesa el vacío
que no soy invierno,
os creéis que si la corona de espinas
que si el desprecio,
que si el terror a querer,
que si el deshielo
os creéis
que no os oigo
que no os entiendo
que os tengo miedo
no queréis comprender
que me he dejado por el camino
siete corazones y medio
y estoy dispuesta arrancarme
el resto
con tal de veros
sonreír
de nuevo.


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