Hoy tengo la rabia
contenida en la punta de la lengua
escupida
en un trozo de papel hecho
bola
en mi garganta que no quiere
salir
y mis ganas de arrancar
cada centímetro cuadrado que rozaste de mí
cada minuto malgastado
en creer en ti
en nosotras
ignorando las espinas de tu abrazo
la ilusión del momento
el amor absolutamente cegado.
La rabia me quema el pecho
y mis costillas respiran el enfado
de jugar con el te quiero inocente
el ahora no pero luego sí
mis dientes apretados
y regalar cada trocito de mí.
El cabreo inmenso que supone
empaquetar todo el cariño del mundo
para ser pisoteado entre besos tristones
tu manita y mis temblores
y la herencia de rencores
que me has dejado.
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